Nuestra estancia fue una PESADILLA. La casa estaba sucia y plagada de CUCARACHAS.
Lo + alarmante fue descubrir una trampa llena de ellas vivas y muertas debajo de una cama, lo que demuestra que la propietaria era consciente de todo y aun así entregó la casa en estado insalubre.
Había cucarachas en todas las habitaciones y se metían en las maletas. Al confrontarla, admitió saber del problema desde hacía una semana, justificando la trampa. Pero al revisar + reseñas, descubrimos que esto se arrastra desde 2024, lo que demuestra falta de responsabilidad y respeto al huésped. Cuando en dias posteriores intentamos contactar con ella,dejó de contestar mensajes y llamadas dejándonos tiradas.
Además la casa estaba en estado deplorable: suciedad generalizada, un baño casi inoperativo, grifo y nevera rotos, pomos de puertas estropeados.
Inaceptable pagar por un alojamiento en estas condiciones y gestionado por una persona así de irresponsable y con uno estándares de higiene nulos.